martes, 22 de marzo de 2011

Fragmentos 2.-

4.- Polaridad: Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son los mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.



I know the pieces fit.




I know the pieces fit cause I watched them fall away
Mildewed and smoldering, fundamental differing,
Pure intention juxtaposed will set two lovers souls in motion
Disintegrating as it goes testing our communication
The light that fueled our fire then has burned a hole between us so
We cannot see to reach an end crippling our communication.

I know the pieces fit cause I watched them tumble down
No fault, none to blame it doesn't mean I don't desire to
Point the finger, blame the other, watch the temple topple over
To bring the pieces back together, rediscover communication

The poetry that comes from the squaring off between,
And the circling is worth it
Finding beauty in the dissonance

There was a time that the pieces fit, but I watched them fall away
Mildewed and smoldering, strangled by our coveting
I've done the math enough to know the dangers of our second guessing 
Doomed to crumble unless we grow, and strengthen our communication

Cold silence has a tendency to atrophy any sense of compassion

Between supposed lovers
Between supposed lovers

And I know the pieces fit 




lunes, 21 de marzo de 2011

Fragmentos.-

Sé que por el título esta debiera ser una entrada importante
porque el título soy yo
y también yo.
Y yo.
De forma irremediable




De cualquier forma, una advertencia:
No sé quién diablos juntará estos pedacitos.





La cruel ceremonia del tajo



No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino,
naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni guante;
tállame como un sílex, desespérame.
Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu pelo. Dálos.
Ven a mí con tu cólera seca de fósforo y escamas.
Grita. Vomítame arena en la boca, rómpeme las fauces.
No me importa ignorarte en pleno día,
saber que juegas cara al sol y al hombre.
Compártelo.

Yo te pido la cruel ceremonia del tajo,
lo que nadie te pide: las espinas
hasta el hueso. Arráncame esta cara infame,
oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre.



J. Cortázar










sábado, 19 de marzo de 2011

Prometeo (Johann Wolfgang von Goethe)










¡Cubre tu cielo, Zeus,
con neblina! 
Y ejercítate 
sobre robles y alturas montañosas, 
como un joven que descabeza cardos! 
Pero a esta tierra mía 
has de dejármela intacta,
y a mi cabaña, 
que tú no construiste, 
y a mi lar, 
por cuya lumbre 
tú me envidias.


No conozco nada más pobre 
bajo el sol que vosotros los dioses. 
Con tributo de ofrendas 
y sahumerio de plegarias 
alimentáis mezquinamente 
vuestra majestad, 
y pareceríais, si no fueran 
niños y mendigos 
esperanzados necios.


Cuando, siendo un niño, 
se me derrumbó el mundo,
mis ojos extraviados se volvieron 
hacia el sol como si arriba hubiese 
un oído para escuchar mi queja,
un corazón como el mío 
para apiadarse del oprimido.


¿Quién me socorrió frente a la soberbia de los Titanes? 
¿Quién me libró de la muerte y de la esclavitud? 
¿No fuiste tú, sagrado corazón ardiente, 
quien realizó todo por sí mismo?
Y joven y bueno, defraudado, 
¿te inflamaste de gratitud por la ayuda 
de quien dormía allá arriba?


¿Yo honrarte a ti? ¿Porqué? 
¿Cuándo aliviaste las penas del agobiado? 
¿Cuándo enjugaste las lágrimas del atemorizado? 
¿No me forjaron como hombre 
el Tiempo todopoderoso y el eterno Destino, 
mis señores y los tuyos?


¿Acaso imaginaste 
que habría de odiar la vida 
o huir a los desiertos 
porque no todos los sueños granados 
de mi adolescente aurora maduraron?


Heme aquí: moldeo hombres 
a mi imagen, 
una estirpe que se me parezca, 
que sufra, llore, 
disfrute y se alboroce, 
y que a ti no te respete, 
como yo.





domingo, 13 de marzo de 2011

Maestros.-

Por supuesto, Medel piensa que un maestro puede o no ser persona, sueño, desvarío, coincidencia; dentro, fuera, arriba, abajo. Nunca ha tenido uno a conciencia. Pero sí pudo reconocer, con dificultad, ciertos caminos que tenían forma de rostros, poemas, libros. ¿Qué tuvieron en común? Todos Llegaron Precisamente Cuando Eran Necesarios. Medel es un maniático del orden a veces. Le gusta mendigar coincidencias al universo. Le gusta aprender otros símbolos e idiomas para aumentar la mínima posibilidad de verlas en otros lados. No busca su reflejo, sino a sus fracciones presuntamente desaparecidas. Con cierto romanticismo,   le gusta presuponer que tiene fracciones desaparecidas. No podría ser de otro modo en mi opinión. La búsqueda es combustible. "El deseo es la movilización de los sentidos", dijo también Kundera.


Ayer, entre otras coincidencias, encontró esto en un blog sobre sexo. La autora en el video también supo ver otra coincidencia: La angustia horrible de las mentes creativas de nuestros tiempos. Su muerte a menudo por mano propia. Y plantea una solución para separar toda la carga emocional de los hombros del artista, para el sólo disfrute de su noble parte del trabajo. Muy recomendado, diría Medel. A mí me parece lo mismo.




sábado, 12 de marzo de 2011

La espera


Ayer me reencontré con aquella frase: Cuando el alumno está preparado, aparece el maestro.


Estos días han sido extraños. Miro hacia atrás y trato de ordenar las causas y los efectos, lo que habita fuera y dentro mío, mis miedos profundos, mis profundos anhelos. Estoy calmo pero no en paz, siento que me falta lenguaje, enamoramiento, pasión, perdón. Y, basto de contrasentidos, el mismo acto de hablar desde la herida me parece ocioso y bizantino. Hierático como siempre ha sido Mauricio Medel Ziebrecht,  intuye que para levantar el vuelo hay que remitir la herida, deshacer los nudos, y luego esperar a que todos los maestros del mundo aparezcan con bengalas y mapas.  Habla en tercera persona de sí mismo para no perderse el punto exacto en que las cosas encajarán y los caminos se abrirán en una sucesión mágica y piadosa. Yo, que estoy dentro, trato de dignificar mi estancado desvarío con ceremonias sicomágicas, y razonamientos que son astrolabios y cartas de navegación; él, afuera, sigue hablando de mi herida y me parece que herida es sólo una metáfora bizantina y ociosa con que el autor decora su propia inexpresión y mi oscuro meditar sin salidas. 


En este punto, su intención es que el lector piense: Oye, por qué tantos astrolabios y ceremonias, si la salida siempre estuvo ahí. 

Pero de lectores e intenciones está lleno el mundo.