viernes, 14 de enero de 2011

Discurso de la mandrágora






Por qué, con tus encantamientos infernales, me has arrancado a la tranquilidad de mi primera vida... El sol y la luna brillaban para mí sin artificio; me despertaba entre apacibles pensamientos, y al amanecer plegaba mis hojas para hacer mis oraciones. No veía nada malo, pues no tenía ojos; no escuchaba nada malo, pues no tenía oídos; ¡pero me vengaré!








justo que pensaba en vos, nena
caí muerto







2 comentarios:

  1. El ilustre Peñailillo se encargó de que le vomitara todo el código civil, después de reprobarme por no saber un artículo de la LER que nadie en mi sección sabía que había que memorizar.

    Y aprovechó de humillarme un poco, también.
    (no tenía dinero pa responderte)
    snif
    ci vediamo =)

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  2. ps: qué wena canción por la shusha

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